Cuando recibo al sr ñ, lo recibo sentado leyendo en aquel asiento que tu ya sabes y el sr ñ también lo sabe. Hay veces me quedo a mitad de camino - de la lectura- y otras veces puedo leer una novela completa hasta que el sr ñ venga o me deja allí, encorvado sobre el libro. Después de una lectura febril, ñ llega le saludo y se va cuán arriero con sus vacas en el camino...ñ sigue su rumbo, en ese momento me levanto y sigo la melodía.